El fin de semana pasado leía en un periódico digital que el día 21 de mayo era el final del mundo según Harold Camping un predicador evangelista norteamericano , supongo que visto que hoy ya es lunes día 23 y seguimos aquí, habrá que extrapolar la noticia a otro fin del mundo, en el ámbito social tal como lo conocíamos debido al nacimiento de los indignados del 15 de mayo de la plataforma ¡Democracia Real Ya!, que convocaron una concentración vía redes sociales en la Puerta del Sol de Madrid, aunque llevaban más de tres meses difundiendo sus ideas a través de la red, empezaron acampando entre 40-50 personas y al día siguiente se fue extendiendo la noticia y la gente se fue sumando de manera espontánea a un movimiento social que exige un cambio y que explotó definitivamente el día que se intentó desalojar a la gente del movimiento que siempre ha sido pacífico, de forma violenta. Poco a poco se ha ido extendiendo las concentraciones de indignados, primero dentro del territorio español en plazas emblemáticas en las ciudades, después se ha ido contagiando a varios países europeos y finalmente por diversos países del planeta, donde frente a las embajadas españolas, se ha expresado el creciente malestar social. La Spanish Revolution se ha extendido como un poderoso virus, un virus social donde la gente ha estallado y ha pronunciado un grito unánime de ¡basta, ya!, basta ya de estar manipulados por los partidos políticos, por bancos, por especuladores, etc… en definitiva un grito de auxilio al mundo tal como lo conocemos para que sufra los cambios necesarios para que todo mejore y se acaben las injusticias, la mayoría morales y que no ruborizan a los manipuladores.
Lo más triste de todo es que los partidos políticos, ya sea del signo rojo, azul, verde o nacionalista, aún no se han enterado de que se protesta por su gestión y apoltronamiento en los tronos de poder. Hacen suya la protesta para tirar porquería al contario con frases como: ellos no han sabido escuchar o los indignados y nosotros sí, y la verdad me parece patético. Los que no se han pronunciado porque no les interesan y no creo que digan nada ya que se encuentran en la picota de los especuladores son los bancos que han especulado con las vidas de sus “amables clientes” antes de la crisis, construyendo unos castillos en el aire, en temas de hipotecas de viviendas, concesiones de créditos a diestro y siniestro, todo por encima de su valor real, para convencerlos de que era posible vivir por encima de sus posibilidades y todo bajo la impunidad de gobiernos y mayoría de políticos que hacían la vista gorda o no eran capaces de alzar una voz en contra de los especuladores. Ahora en crisis los “amables clientes”, son un lastre muy pesado y el crédito ya no fluye como un grifo abierto sin importar la factura final a pagar como se hacía en los años de bonanza para la banca, que sigue teniendo beneficios finales al cierre anual, lo malo es que ellos tienen ansias de más dinero como los vampiros a la sangre fresca. Primero yo, después yo y mucho más atrás todavía sigo yo, lo demás me la trae al fresco.
Bajo un ambiente pacífico, festivo y de una organización encomiable, la Spanish Revolution son ciudadanos cabreados con el sistema, donde la mayoría de las personas tienen una media de edad que va de los 30 a los 35 años, con perfil de de estudiante a punto de terminar su carrera, que ven la sombra del paro acercarse y otros muchos que ya han sido atrapados por dicha sombra, todos se ven como una generación perdida ya que no hay trabajo, ni se le espera. También hay gente de todas las edades, posiciones sociales y con sus dramas personales: han perdido su vivienda, su trabajo, sus pensiones son muy bajas, etc… en definitiva indignados que han dado un paso al frente y quieren acabar con los abusos, es el despertar de la sociedad sin importar edades, ideas políticas, nivel social y están dispuestos a escribir un pequeño capítulo en la historia y poder decir con orgullo que allí estuve yo y contribuí a hacer una sociedad mejor, donde prime sobre todas las cosas el bienestar de una sociedad por encima del enriquecimiento por medio de métodos ilícitos, por lo menos moralmente que haría a la gente de bien no poder dormir placenteramente sin ningún tipo de remordimientos. Lo único que me da pena es ver como mandatarios, políticos, bancos, sindicatos, en definitiva las clases que tienen poder siguen con una venda en los ojos que le impiden ver y reconocer sus propios errores haciendo un verdadero examen de conciencia. Sería fundamental para un nuevo renacer aprender de los errores cometidos, no volver a caer, ser fuertes y valientes para dar el salto al cambio de calidad social, algo que nos uniría más y nos haría un país más competitivo. Solo desear a todas las personas que promueven y creen en este movimiento que en los debates y foros que están celebrando en las acampadas de protestas, se saquen ideas que finalicen en, que sus deseos se hagan realidad, o por lo menos se tengan en cuenta a la hora de tomar decisiones importantes para toda la sociedad, donde siempre se rompe la cuerda por el lado más débil sin tener conciencia del daño que se infringe. Me gustaría terminar con una frase de libro “Indignaos” de Stéphane Hessel, libro de cabera de muchos protagonistas este movimiento: “Cuando algo te indigna, te conviertes en militante”.
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