miércoles, 15 de enero de 2014

Hamburguesas de tofu

La verdad, llevaba tiempo que quería probar por mí mismo el tofu, ya que siempre había oído muchas opiniones y quería tener la mía. El tofu no es más que el resultado de cuajar la leche de soja con sales de calcio y magnesio, es una masa de proteínas y aceite que se forma un bloque prensado cuando se le escurre el líquido bajo presión. hay diversas variedades de tofu. Después de probarlo, tengo que decir que me parece un buen alimento en conjunto, ya que absorbe todos los sabores y aromas que se le agregan, por sí solo me parece un alimento insípido. Nos hemos puesto manos a la obra y después de mucho investigar, hemos alcanzado una receta que me parece muy rica y fácil de preparar. Además de vez en cuando nos viene bien suministrar a nuestro cuerpo, otro tipo de proteínas que no venga de origen animal.


Los ingredientes necesarios, son:


  • 275 g de tofu 
  • 1 cebolla grande
  • 100 g de calabaza
  • 3 champiñones grandes
  • 1 huevo
  • 7 cucharadas de avena
  • 3 cucharadas de tomate frito
  • 3 pimientas de Jamaica
  • Orégano
  • Comino en polvo
  • Aceite de oliva
  • Sal 


Comenzamos nuestra receta por poner el tofu en un colador para que expulse todo el suero, nosotros hemos utilizado un tofu firme, llamado así porque viene en un bloque muy prensado. En una sartén ponemos un poco de aceite de oliva y la cebolla cortada en brunoise, añadimos un poco de sal para que vaya pochando, mientras vamos cortando los champiñones en brunoise, recordad que no los lavamos, sino que con la ayuda de una servilleta le quitamos la tierra que tiene adherida, dejar pochar unos 3 minutos la cebolla y añadir los champiñones. Seguimos con cortar en brunoise también la calabaza, la cual nos va a aportar dulzor  a la elaboración, añadimos a la sartén y esperamos a que todo esté pochado, dejamos que se atempere antes de añadirlo al tofu. En un bol desmenuzamos el tofu con la ayuda de un tenedor, no sin antes, terminar de quitar el exceso de suero del bloque de tofu con la ayuda de unas servilletas de cocina, apretamos hasta que se empapen las servilletas. Una vez que lo tenemos desmenuzado añadimos el huevo, el orégano, el comino y las pimientas de Jamaica,que previamente hemos machacado en un mortero. Solo nos queda añadir la avena, para ello con la ayuda de una turmix, trituramos los copos de avena hasta obtenerlo en polvo, la avena es la que va a actuar de espesante y dará consistencia a nuestra hamburguesa. Añadimos la avena y las verduras pochadas y con la ayuda de las manos, antes nos pondremos unos guantes, unimos todos los ingredientes hasta obtener una masa parecida a la masa de hamburguesas de carne. Dejamos que nuestra masa se enfríe en la nevera al menos unos 45 minutos para poderlas manipular. A la hora de dar forma a las hamburguesas yo soy partidario de no usar molde y que cada una sea diferente en su forma, ya que nos va a dar una imagen más casera aún. Pasado ese tiempo, le damos forma y en una satén con aceite a fuego medio, hacemos unos dos minutos por cada lado hasta que tomen un color dorado. Las servimos en un plato y ya las podemos acompañar con lo que más te guste: una ensalada, unas papas fritas, unos aritos de cebolla, una confitura de tomate, etc...

lunes, 13 de enero de 2014

Cous-Cous de verduras

Hoy regresamos con una receta que hace tiempo que quería publicar, el cous-cous es un ingrediente muy utilizado en la zona del Magreb, región del norte de África (Marruecos, Túnez, Libia, Sahara Occidental, Argelia y Mauritania) pero a pesar de ello no es el más consumido, yo también pensaba que sí, es la pasta de trigo en sus diferentes formas. El cous-cous es una sémola de trigo duro que normalmente sirve de acompañamiento a carnes, ya sean cordero o pollo y a verduras. Es un ingrediente muy agradecido, ya que con pocos ingredientes podemos hacer un sabroso y rico plato. A mí a la hora de prepararlo no me gusta ponerlo al fuego, como indican algunos fabricantes, creo que se puede hidratar perfectamente fuera de los fogones sin perder todas sus propiedades, al igual que el elemento que considero perfecto para su hidratación es un buen caldo, según lleve carne o verduras, soy partidario de llevar a cabo la hidratación con la misma proporción de cous-cous, que de líquido. Lo que también me gusta es que es un ingrediente muy versátil que da mucho juego, ya que se puede comer tanto frío como caliente, cada receta tiene su forma de elaboración para sacar el mayor sabor.


Los ingredientes necesarios, son:

  • 250 g de cous-cous
  • 250 ml de caldo de verduras
  • 100 g de calabaza
  • 100 g de brécol
  • 1 calabacín mediano
  • 1 puerro
  • 1 cebolla mediana
  • 1 zanahoria
  • Sal
  • Aceite de oliva extra virgen


Comenzamos nuestra receta por picar todas las verduras en trocitos pequeños o brunoise, los vamos reservando sin mezclarlos, ya que con una parte de ellos vamos a preparar un caldo suave para hidratar y aromatizar nuestro cous-cous. En un caldero pondremos algo más de 250 ml de agua, ya que una parte se va a perder con la evaporación durante la cocción del caldo, como queremos extraer todos los sabores, vamos a partir de agua fría y añadimos la zanahoria, el brécol y el puerro, una vez que el agua rompa a hervir contabilizamos 10 minutos, con ello conseguiremos ablandar un poco las verduras más duras. En una sartén, pochamos a fuego medio la cebolla y la calabaza. pasado los 10 minutos, colamos nuestra verduras y reservamos el caldo obtenido. La verdura la añadimos a la sartén hasta obtener una verdura suave y con un color atractivo de un buen pochado. Cuando veamos que nos quedan unos 5 minutos para acabar nuestra elaboración, sera el momento de cocinar el cous-cous, para ello llevamos el caldo a ebullición y en un recipiente ponemos el cous-cous, añadimos el caldo, tapamos con un plato o una tapa y lo dejamos reposar unos 5 minutos, no sin antes poner un poco de sal y darle un par de vueltas con la ayuda de una cuchara. Pasado ese tiempo, destapamos y regamos con un poco de aceite de oliva extra virgen para darle la consistencia adecuada. Ya lo único que nos queda es añadirlo a las verduras, remover y servir, tu ahora decides si lo quieres comer frío o caliente. Este plato a mí me gusta caliente y no me gusta disfrazarlo con ningún condimento más para poder apreciar todos los sabores de las verduras fusionadas con el aceite de oliva extra virgen.