sábado, 13 de julio de 2013

Croquetas de langostinos al ajillo

Hoy presentamos un clásico de la cocina tradicional española, en cada bar, restaurante y casa se preparan de forma diferente pero con un mismo objetivo, aprovechar las sobras de otras elaboraciones y preparar este rico plato de fácil elaboración y de agradecido paladar. Yo no se lo que harán los demás pero en mi caso, donde veo o me entero que hay croquetas allí voy y las pido, la verdad es que hemos mejorado mucho en el tema de sabores, nos hemos atrevido a preparar otras croquetas que no sean las clásicas de jamón ibérico, atún o pollo y la verdad que de las nuevas no se con cual quedarme ya que me gustan todas, sabores que van desde espinacas, cocido, calamares en su tinta, cabrales y langostinos al ajillo, las cuales hemos elaborado. La verdad es que el resultado ha sido inmejorable consiguiendo todo el sabor de los langostinos al ajillo y la suavidad y cremosidad de la bechamel. El secreto de conseguir una buena masa es seguir las cantidades y a la hora de elaborar la masa, tener paciencia al fuego, este equilibrio nos dará como resultado una masa perfecta, ni se nos abrirán ni si nos quedarán duras como teniques.



Los ingredientes necesarios son:


  • 12 langostinos medianos 
  • 3 dientes de ajo
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • 5 cucharadas de harina
  • 500 ml de leche entera
  • 1/2 vaso fumet de langostino
  • 1 pimienta de cayena
  • pan rallado
  • 2 huevos
  • sal





Comenzamos nuestra receta por limpiar los langostinos, le quitamos el hilo intestinal a cada uno y en un caldero ponemos las cabezas y las cáscaras con un poquito de aceite de oliva, salteamos y escachamos las cabezas para extraer todo el sabor que se concentra en ellas, después añadimos un poco más de medio vaso de agua y llevamos a ebullición, una vez que hierva, apagamos el fuego y colamos, reservamos en un vaso el fumet. Mientras se prepara el fumet, salamos los cuepos de los langostinos y en una sartén con un poco de aceite doramos los dientes de ajos laminados junto con la guindilla, seguidamente añadimos los langostinos y movemos hasta que cojan el color anaranjado característico de los langostinos, metemos en la picadora y lo desmenuzamos, reservamos. Ahora llega el momento de empezar a elaborar la masa, comenzando por la bechamel, para ello en un caldero ponemos el aceite y cuando esté caliente agregamos la harina, la cual dejaremos tostar un poco para no encontrar el sabor de harina cruda en nuestras croquetas. una vez tostada la harina añadimos primero el fumet poco a poco, seguidamente añadimos la leche, llegados a este punto diremos que el truco para no tener grumos es que tanto el fumet como la leche estén calientes. Salamos la masa y añadimos el desmenuzado de los langostinos al ajillo, movemos con la ayuda de una varilla de cocina hasta que nuestra masa coja la consistencia justa, lo sabremos porque llegará un momento que nuestra masa se separa por completo del fondo del caldero, apagamos y vertemos nuestra masa en un plato o bandeja, para evitar que se nos haga una capa dura en la superficie, sellamos con film transparente en vivo, esto quiere decir que pegamos el film a la masa aún caliente. una vez se enfríe nuestra masa la metemos en el frigorífico, para acelerar el enfriamiento podemos poner el plato o la bandeja sobre una rejilla de cocina, para que fluya el aire bajo el recipiente. Dejamos nuestra masa en el frigo de un día para otro, al día siguiente le damos forma a las croquetas, ya sean redondas u ovaladas, para ello nos untamos un poco de aceite en las manos y así evitamos que se nos pegue. Después pasamos por harina, huevo batido y pan rallado. Después en aceite muy caliente y abundante, freímos y servimos. También laspodemos congelar, para ello las metemos en un táper, hacemos pisos con las croquetas, las separamos con film transparente para evitar que se pegue y congelamos. Las próximas croquetas que friamos no hacen falta que se descongelen previamente, lo único que tenemos que tener en cuenta es que el interior que ya está cocinado coja temperatura y el exterior quede crujiente y dorado.