lunes, 17 de marzo de 2014

Garbanzos al curry con tagliatelles de surimi

Hoy presentamos una receta de unas de las legumbres que más me gustan, ya sea en ropa vieja, garbanzada o como en este caso con especias del lejano Oriente. Decir que variedades de garbanzos hay muchos, ya sea por su zona geográfica,  por su denominación de origen, por su tamaño, etc.. El que más me gusta cocinar es el Pedrosillano, un garbanzo próximo a la variedad Castellana que considero que tiene un especial paladar ya que es fino tanto en su piel como en su carne o albumen. es un garbanzo que se cultiva en La Armuña, comarca de la provincia de Salamanca que a su vez pertenece a la Comunidad Autónoma de Castilla y León. Del curry poco tenemos que decir ya que en otras ocasiones ya hemos hablado de él, un condimento que es una mezcla de especias en polvo donde predomina en mayor proporción el cúrcuma, proviene de la India y en cada zona se prepara de forma distinta, manteniendo como regla general que lleva un mínimo de siete especias, tales como: cayena, clavo, pimienta negra, cardamomo, cilantro, comino, nuez moscada, ajo, jengibre, etc.. además de la anteriormente nombrada cúrcuma, es una explosión de aromas que no nos dejan indiferentes ya que al oler su aroma nos trasladamos a los mercados donde se vende este condimento y que muchas veces hemos visto por televisión. Como curiosidad diremos que la variante china del curry es el llamado polvo de cinco especias. Y del surimi, diremos que es un producto creado a partir de pescados blancos que se mezclan con aditivos y se suelen vender en barritas como fuente de proteínas y fácil digestión, particularmente a mí me gustan más comprarlos refrigerados que congelados.



Los ingredientes necesarios son:


  • 400 g de garbanzos Pedrosillanos
  • 1 cebolla mediana
  • 1 pimiento verde
  • 2 zanahorias medianas
  • 9 palitos de surimi
  • 1 pastilla de caldo de verduras
  • Vino blanco
  • 1 cucharada de curry
  • Sal de espuma
  • Aceite de oliva
  • Agua



Comenzamos nuestra receta por poner en agua tibia la noche anterior en un bol nuestros garbanzos para rehidratarlos. A la mañana siguiente hacemos nuestros garbanzos en la olla a presión para acelerar el proceso, el tiempo dependerá si lo hacemos en olla rápida o normal, también podemos super acelerar el proceso un con un simple giro de muñeca abrimos un bote de nuestros garbanzos ya cocidos. En un caldero ponemos a pochar junto con un poco de aceite de oliva y sal, la verdura que previamente hemos picado con nuestra picadora. Una vez pochada, añadimos la pastilla de caldo concentrado, damos unas vueltas hasta que la pastilla se haya deshecho y se empiece a tostar el fondo del caldero, añadimos un chorrito de vino blanco y esperamos a que evapore el alcohol. Después añadimos nuestros garbanzos y cubrimos de agua, dejamos cocer todo durante unos 20 minutos. En una sartén tostamos la cucharada de curry con un poco de aceite de oliva, tostamos el curry para que pierda la textura terrosa que nos daría sin tostar y potenciar todo su aroma y sabor. Se lo añadimos al caldero unos 10 minutos antes de terminar la cocción. Mientras vamos cortando nuestros palitos de surimi en trocitos de un dedo de grosor, que añadiremos a falta de dos o tres minutos para finalizar, diremos que al darle vueltas con nuestra cuchara de palo, el surimi se va desenrollando y queda con forma de tagliatelles o cintas. Dejamos reposar unos minutos y servimos, si te animas a llevar a cabo esta elaboración te aseguro que no te vas a arrepentir y la repetirás con toda seguridad.