martes, 1 de julio de 2014

Tabulé a mi estilo

Hoy elaboramos con cuscús, que es la parte más dura del trigo que no se ha molido para convertirse en harina, un rico tabulé. El tabulé es una ensalada típica de los países árabes que tiene su origen en el Líbano, diremos que mi receta es una adaptación ya que he añadido algún ingrediente que no se encuentra en la receta original. Comentar que la proporción de agua para hidratar nuestro cuscús es la misma que la del cereal, de todas formas a mi me gusta poner un poco más ya que durante la ebullición hay una parte que se pierde por evaporación, yo la pongo muy caliente. Es una elaboración que se degusta a temperatura ambiente para poder saborear al máximo la explosión de sabores que nos brinda esta exótica receta.


Los ingredientes necesarios, son:

  • 1 vaso de cuscús
  • 1,25 vaso de agua 
  • 1 tomate
  • 1/2 cebolla roja pequeña
  • 1/2 limón
  • Zanahoria rallada
  • Cilantro fresco
  • Salsa Worcestershire
  • Aceite de oliva
  • Sal de espuma




Comenzamos nuestra receta por poner a hervir el agua en un caldero, cuando el agua está hirviendo le añadimos unas gotas de salsa Worcestershire para enriquecer nuestro cuscús. Retiramos el caldero de fuego y añadimos el cuscús, con una cuchara removemos, ponemos la tapa y dejamos reposar unos 10 minutos para que absorba toda el agua y doble su volumen. Mientras picamos en una brunoisse muy fina la cebolla, el tomate en concassé, recordar que es el tomate pelado, sin pepitas y partido en cuadraditos. La zanahorias las rallamos y reservamos todo. Picamos muy finito el cilantro y también lo reservamos. Destapamos el caldero y añadimos un chorrito de aceite para que se separen los granos del cuscús, añadimos la cebolla, el tomate y la zanahoria, removemos. Con la ayuda de un rallador le quitamos la piel al limón y se lo añadimos junto con el jugo. Ya solo nos queda aderezar con el cilantro picado y poner a punto de sal. Llevamos a la mesa y buen provecho, en mi caso lo he acompañado con unos medallones de solomillo de ternera a la plancha. 

domingo, 29 de junio de 2014

Ensalada a la miel y mostaza

Hoy presentamos una rica y refrescante ensalada donde hemos variado el clásico aderezo de aceite, vinagre y sal, por una mezcla agridulce que le viene genial a esta elaboración. La verdad soy más de probar aderezos diferentes al clásico, ya sea incluyendo soja, mostaza, miel, limón, ajo exprimido, pimienta cinco bayas u orégano en los diferentes aderezos a la hora de degustar una ensalada. Además de ser una elaboración fresquita con vista al verano también es una comida ligera para soportar de una mejor manera las altas temperaturas que se avecinan, debemos saber que nuestra siesta será más placentera que si hubiésemos comido una comida copiosa con un alto aporte calórico.


Los ingredientes necesarios, son:


  • Lechuga iceberg
  • Tomate
  • Langostinos
  • Jamón de york
  • Rodajas de piña natural
  • Cebolleta
  • Aceitunas verdes sin hueso
  • Orégano
  • Salsa Worcestershire
  • Mostaza dulce
  • Aceite de oliva

Comenzamos por cortar y lavar nuestra lechuga, a modo de curiosidad diremos que me gusta más cortarla con las manos para evitar una pérdida de nutrientes por la oxidación de entrar en contacto con el cuchillo. Pelamos el tomate y le quitamos las pepitas, cortamos en cuadraditos o concassé, reservamos. Los langostinos ya los tenemos cocidos, pero diremos que la manera de cocerlos es, poner un caldero con agua a hervir, cuando el agua hierve, añadimos los langostinos hasta que nuevamente vuelvan a hervir, entonces rápidamente los sacamos a un bol con agua, hielo y sal, donde los refrescamos para que la carne quede prieta, ya que si la carne del langostino estuviera muy fofa, se nos habrían pasado de cocción. Pelamos los langostinos y reservamos. Cortamos la cebolleta en pluma, cuando es para una ensalada donde la vamos a comer cruda, la cortamos en una juliana muy fina que se llama pluma. Cortamos en tiras el jamón de york, en cuadradítos la piña. En mi caso como no he usado sal en el aderezo, no he lavado las aceitunas verdes para rebajar el nivel de sal que viene de la conservación en salmuera. Disponemos todo en el plato, teniendo mucho cuidado de eliminar toda el agua en la lechuga ya que si no nuestra ensalada después quedará aguada, una buena opción es utilizar un escurre lechugas y si no como mal menor la secaremos con la ayuda de unas servilletas de papel. Con la ayuda de un vaso con tapa o una botella especial para aderezos preparamos el nuestro, para ello ponemos: el aceite de oliva, la mostaza dulce, unas gotas de Worcestershire y el orégano, cerramos la tapa y batimos con energía hasta que veamos que nuestro aderezo se queda como una salsa uniforme, esto ocurre porque al agitar el vaso le metemos aire. Ya solo queda llevarlo a la mesa y dar buena cuenta de ello.