lunes, 22 de septiembre de 2014

Guisantes con chorizo y papilla

Hoy retomamos el blog después de una temporada de descanso, traemos una receta fácil de hacer en poco tiempo y que queda rica a la vez que curiosa. Es un plato de pelotitas verdes, así es como las llama una de mis sobrinas, sí, son guisantes. Yo he utilizado unos guisantes tiernos normales, pero también se puede preparar con guisantes baby.



Los ingredientes necesarios, son:


  • 300g. de guisantes congelados
  • 2 tomates medianos maduros
  • 1 cebolla mediana
  • 1 diente de ajo
  • 1/2 chorizo jabuguito
  • Chorrito de vino tinto
  • 1 cucharadita de cúrcuma
  • Jengibre
  • Comino molido
  • Caldo de carne
  • Aceite de oliva
  • Sal de espuma
  • Papilla o puré de papas


Comenzamos la receta por empezar a preparar la papilla, para ello cogemos 3 papas medianas y las ponemos a hervir en un caldero con la piel, previamente las hemos lavado, estarán en unos 15 minutos, pero de todas formas las pinchamos con un cuchillo para asegurarnos que quedan tiernas. Mientras se hacen las papas vamos preparando los guisantes, picamos la cebolla y el diente de ajo en brunoise y lo ponemos a pochar en un caldero con un poco de aceite y sal de espuma. Mientras vamos picando en taquitos pequeños el jabuguito, el cual añadimos una vez pochado, dejamos que el chorizo sude y suelte toda la esencia, lo dejamos cujientito. Llega el momento de echar el vino tinto para desglasar el caldero si algo se nos ha quedado pegado, esperamos a que evapore el alcohol y añadimos: los tomates rallados, la cucharadita de cúrcuma y el jengibre, removemos. Añadimos los guisantes al caldero y removemos. Cubrimos los guisantes con el caldo de carne caliente, esperamos a que hierva y añadimos el comino. Esperamos entre 8 y 10 minutos hasta que estén tiernos. Ya solo nos queda terminar la papilla que se hace de la siguiente manera, pelamos las papas y las escachamos o las pasamos por el pasapuré, de esta última manera quedará mucho más fino. Después añadimos: un poco de mantequilla, un huevo y leche, de forma opcional podemos poner un poco de nuez moscada pero en este caso los guisantes ya van bastantes especiados. Removemos todo bien al fuego y dejamos nuestra papilla lista para comer, hay ha quien le gusta una textura más líquida y otras más seca, va a gusto del comensal o del cocinero que es quien prepara la receta. Ya solo queda servir en un plato e ir a la mesa a dar buena cuenta. Esta receta es para dos raciones.