sábado, 16 de julio de 2011

Albóndigas de espinacas con bechamel al curry de mango y piña

Las espinacas son originarias de Persia. La introdujeron en España los árabes en el siglo XI y en Europa con las Cruzadas, durante la Edad Media. Se expandió y popularizó durante el Renacimiento y fue Catalina de Médicis, a quien le encantaban que las introdujo en la corte francesa, cuando se casó con el rey Felipe II, de Francia en 1533. Cuando hablamos de espinacas a la Florentina (una de la forma más conocida de prepararlas), ya que viene justamente del hecho que la ciudad natal de Catalina era Florencia y ella se trajo la receta y los cocineros de Italia. Durante la Edad Media, en los mercados vendían unas bolitas de espinacas prensadas a las que llamaban espinoches.

La espinaca pertenece a la familia de las Quenopodiáceas. Es una verdura, que necesita de un terreno fresco y un clima templado, para crecer. La mayor producción se planta en Agosto o Septiembre y se recolecta dos meses después, pero hoy en día con los invernaderos y la globalización las podemos encontrar todo el año en nuestros supermercados.

Los principales productores de espinacas son EEUU, Japón, Holanda, Francia, Italia, Inglaterra y Escandinavia. Pero se cultiva en muchos más  países y sobre todo, se consume en casi todos los países, por su gran valor energético en vitaminas minerales y por ausencia total en grasas, es utilizado en todas las dietas de adelgazamiento.


Las espinacas nos aportan:
  • Vitaminas: E, A, C, B6, B2
  • Minerales: muy rico: hierro, calcio, fósforo, magnesio, potasio, Sodio
  • Otros: Ácido fólico, betacaroteno. Proteínas, hidratos de carbono, fibra.

Y son beneficiosas para:

  • Indicado para los que padecen gota, artritis y cálculos en el riñón, gracias al ácido fólico.
  • Anemias, gracias a su aporte de hierro, calcio.
  • Colesterol, por su ausencia casi total de grasas.
  • Anti-cancerígeno, por su aporte en vitamina A: Betacaroteno.
  • Por su vitamina E como uno de los grandes antioxidantes aliados contra el cáncer.
  • Anti-escorbútico.
  • Ojos, piel, huesos, cabello, sistema inmunológico (Vit.A)
  • Hipertensión (3 cucharadas/día de caldo de espinacas, es bueno para la hipertensión)
  • Remineralizante.

El aporte más importante de vitaminas lo recibimos comiéndolas en crudo. Se utilizan las hojas más tiernas, para que sean más sabrosas. Al cocerlas pierde completamente la vitamina C, quedando en el agua de la cocción. Decir que 100 grs. de espinacas contienen 16 calorías. Como consejos para su compra y conservación, diremos lo siguiente, para saber si están muy frescas tienen que estar las hojas muy verdes, brillantes, muy tiesas y tersas. Se debe consumir enseguida. Si las vas a mantener en la nevera unos días, siempre dentro de una bolsa de plástico agujereada, para que respire. No obstante, las espinacas aguantan fenomenalmente la congelación. Una opción es la compra de espinacas congeladas, ya que conservan todas sus propiedades y son algo más baratas que frescas.


La receta de hoy como ya habréis deducido tiene como ingrediente principal las espinacas, después de este extenso repaso al mundo de la espinaca nos centraremos en los pasos a seguir para elaborar este rico plato de albóndigas de espinacas y beicon con bechamel al curry con mango y piña, daremos la receta para dos comensales.


Los ingredientes que vamos a necesitar son:

  • 400 grs. de espinacas frescas     
  • 6 lonchas de beicon
  • 2 chalotas
  • 1 huevo
  • Salsa curry de mango y piña
  • Harina
  • Leche
  • Mantequilla
  • Nuez moscada
  • Aceite de oliva
  • Sal


Lo primero que debemos hacer  es limpiar las espinacas, paso que nos saltaremos si ya las compramos limpias, son un poco más caras pero nos aseguramos de que no tienen tierra y no vamos a desperdiciar nada del paquete ya que se aprovecha todo, también las podemos usar congeladas. Una vez se han limpiado, las hojas ya están listas para escaldar. Para hacerlo, se introducen en un caldero con abundante agua hirviendo, añadiendo además una pizca de sal. Se deja que vuelva a hervir y se cocinan durante 1 minuto. Posteriormente se pasan por el escurridor y se enjuagan, o bien bajo el chorro del agua fría, o bien sumergidas en un recipiente con agua fría y hielo. Finalmente, se las espinacas se escurren con la mano, y así se eliminan los restos de agua. Esta técnica recibe el nombre de escaldado. Con esta técnica, las espinacas no se cocinan del todo, pero se consigue eliminar el sabor tan fuerte que tienen y fijar el color verde, así como les da un aspecto brillante. En una sartén aparte pondremos nuestras dos chalotas cortadas en cuadraditos pequeños a pochar una vez las tengamos, reservamos y en la misma sartén daremos un golpe de calor a nuestro beicon cortado en tiras finas, una vez que lo tengamos lo revolvemos junto con las chalotas pochadas, ya tenemos la masa para hacer las albóndigas. Las espinacas ya escurridas las cortamos un poco con la ayuda de una tabla y un cuchillo y las añadiremos al recipiente donde tenemos las chalotas y el beicon. Cojemos dos platos, en uno batimos el huevo y en el otro ponemos un poco de harina, primero preocederemos a hacer las albóndigas con nuestra masa, dándole forma, después pasamos por harina, después por el huevo y freiremos en una sartén con aceite de oilva, una vez fritas todas las albóndigas, reservamos y preocedemos a preparar la bechamel. Para ello en un caldero pondremos una cucharada sopera de mantequilla y un chorrito de aceite de oliva, para que esta no se nos queme. Una vez derretida nuestra mantequilla añadimos dos cucharadas soperas de harina, dejamos tostar un poco para que no nos sepa a harina cruda. Llega el momento de añadir la leche, poco a poco y removiendo con una varilla para que no coja grumos, añadimos la leche hasta que veamos que tiene el punto deseado, que no sea ni líquida ni muy espesa, añadimos un poco de sal gorda y rallamos un poc de nuez moscada. Para terminar añadiremos la salsa de curry con mango y piña al gusto, removemos y ya tenemos terminada nuestra original bechamel. Ya solo queda emplatar poniendo las albóndigas y un poco de bechamel por encima de ellas, serviremos más salsa en la salsera para el que desee ponerse más. Llevamos a la mesa y a comer. Espero que les guste esta forma original de comer las espinacas. La verdad es que hay que probarlas ya que están muy ricas.

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