miércoles, 29 de junio de 2011

Croquetas caseras

Somos muchos los que buscamos un bar que nos ofrezca unas buenas croquetas que nos hagan recordar a nuestra niñez, la comida de la mamá o de la abuela, rememorar alguno de nuestros mejores recuerdos al saborear una rica croqueta, y la verdad no suele ser tarea fácil encontrar el santuario de las croquetas, pero nosotros tampoco cejamos en el empeño y bar donde vamos, tapa de croquetas que pedimos, cruzando los dedos y deseando que esta tapa sea la buena. Hoy vamos a dar la receta para que tu misma te puedas hacer unas ricas croquetas caseras de pollo y jamón.

Los ingredientes que vamos a necesitar son:

                                                   
  • 1 punta jamón ibérico
  • Media pechuga de pollo
  • 1/2 litro de leche
  • 1 cebolla pequeña
  • 4 cucharadas soperas de harina
  • Nuez moscada
  • Sal
  • 2 huevos
  • Pan rallado
  • Aceite de oliva


Comenzaremos a elaborar nuestra receta, hirviendo el pollo (podemos utilizar restos de cualquier parte del pollo, yo doy por sentado en la receta que no tenemos restos) y cortando en cuadraditos pequeñitos la punta de jamón. Una vez hervida la pechuga, la picamos en nuestra picadora. La juntamos con el jamón y reservamos. En una sartén pochamos la cebolla que previamente hemos picado en cuadraditos pequeñitos, retiramos el exceso de aceite, dejando en la cebolla que se vea bastante brillante del aceite, decir que podemos hacer la bechamel con mantequilla, pero con el aceite es más sano. En la sartén añadimos las cucharadas de harina y dejamos que se tueste un poco la harina para que no sepa al quedarse cruda. Despues añadimos la leche y con la ayuda de una barilla vamos batiendo, añadimos un poco de nuez moscada y salamos. Seguimos batiendo hasta que hierva y espese, cuando esto ocurra introducimos el pollo y el jamón en nuestra bechamel, damos unas cuantas vueltas hasta que se nos quede una masa uniforme. La colocamos en un plato o en una fuente y esperamo a que se enfríe. Una vez tenemos la masa fría en nuestro recipiente, lo introducimos en el frigorífico, lo ideal es hacerlo de un día para otro ya que así podremos moldear la masa. Pasado el tiempo de espera, sacamos nuestra masa del frigorífico y con dos cucharas soperas moldeamos nuestras croquetas que vamos colocando en una tabla, ya solo nos queda batir los dos huevos, pasar las croquetas y terminamos recubriéndolas con pan rallado. Las croquetas una vez terminadas las vamos colocando en una tartera y separaremos los pisos con una servilleta de papel. Lo mejor es congelarlas para a la hora de freírlas no se nos abran. Y a la hora de freírlas tener en cuenta que el aceite esté muy caliente y a ser posible que el aceite cubra toda la croqueta, lo ideal para freír es un cazo ya que cubre y no tenemos que gastar mucha aceite. Una vez fritas, llevamos a la mesa y servimos, cuidado que guardan mucho el calor y nos podemos quemar.

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