jueves, 24 de abril de 2014

Arroz con leche

Hoy regresamos con un postre típico de la gastronomía española, en concreto del Principado de Asturias donde este rico postre es uno de sus buques insignias culinarios junto a la sidra, el queso de Cabrales, las fabes con las que se elaboran platos tan conocidos como la fabada o las fabes con almejas. Lo diferente que hemos utilizado para elaborar esta receta es que hemos sustituido el azúcar blanquilla por sirope de ágave, el cual es rico en azúcares que se absorben por el cuerpo de una forma más sana, siendo el endulzante mejor para las personas que tienen diabetes, además de necesitar menos cantidad para  endulzar las elaboraciones que si utilizáramos la habitual azúcar. También hemos intentado elaborar una receta algo más saludable a no añadir ni nata ni mantequilla, como se recomienda en la recetas originales de la zona.  La recomendación para triunfar en este postre es tener paciencia y no perder de vista la elaboración ya que si no se quemaría y todo se echaría a perder.



Los ingredientes necesarios, son:


1 litro de leche desnatada + 1 vaso
200 g. de arroz redondo
4 cucharadas de sirope de ágave
1/2 rama de canela
1/2 corteza de limón








Comenzamos por poner en un caldero el litro de leche junto con el sirope, la canela y la corteza de limón hasta que llegue a ebullición. Mientras que esperamos a que nuestra leche hierva, vamos lavando el arroz para quitarle el almidón, para ello con la ayuda de un chino o un colador lo ponemos bajo el grifo del agua hasta que veamos que el agua resultante sale igual de transparente que la del grifo. Una vez que hierve la leche añadimos el arroz y bajamos el fuego para que vaya hirviendo a fuego lento, sin dejar de remover de vez en cuando para que nuestro arroz con leche no se agarre al fondo del caldero, deje amarga y con sabor a quemado nuestra elaboración. Esta operación la llevaremos a cabo durante 45 minutos mínimo, pudiendo llegar a la hora dependiendo de la dureza del arroz. Unos 10 minutos antes de que se acabe la cocción comprobamos cuanta leche nos queda en el arroz, hay quien le gusta con más y a otros con menos, recordar que al dejarlo reposar aún absorberá más leche. Si fuera necesario o nos apetece más leche añadiríamos el vaso de leche que habíamos reservado con anterioridad, no me cansaré de recordar que no debemos dejar de remover de vez en cuando. Para ser sinceros y no llevar ni mantequilla ni nata, he de decir que la elaboración ha quedado muy suave y cremosa. En nuestro caso la hemos puesto en una bandeja de cristal y hemos tapado en vivo con film transparente para que no haga costra. Dejamos enfriar y metemos en la nevera, más tarde la serviremos en tazones, un tazón para cada comensal y le podemos ofrecer un poco de leche ya que igual se ha quedado muy seca para su gusto. La leche que ponemos a parte la hemos hervido con el mismo precedimiento que el de la elaboración para no perder las propiedades organolépticas de la elaboración.

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