Hoy presentamos una receta que no lleva la típica pasta de lasaña, es solo de vegetales. En parecido a comer un pisto solo que una parte de las verduras van laminadas. La receta es para unos cuatro comensales e incluso nos sirve a modo de picoteo. Como se verá a continuación es una receta fácil de preparar y con poca cantidad sale un plato bastante curioso.
Los ingredientes necesarios, son:
- 2 berenjenas
- 2 calabacines
- 2 cebollas grandes
- 1 pimiento verde
- 1 pimiento rojo
- 2 zanahorias
- 200 g. de champiñones frescos
- 3 dientes de ajo
- 1 trozo de queso manchego
- 1 bote de tomate frito
- Pimienta blanca
- Orégano
- Sal
- Aceite de oliva
Comenzamos la receta por preparar las verduras para el sofrito, picamos las cebollas en juliana, los dientes de ajo y los pimientos en brunoise. Los ponemos a pochar en un caldero con un poco de aceite de oliva y sal, también picamos en brunoise las zanahorias y cuando veamos que está un poco pochado el resto, se las añadimos. En otra sartén salteamos los champiñones que previamente los hemos laminado, reservamos. Con la ayuda de una mandolina o con un poco de paciencia y el cuchillo, laminamos las berenjenas y los calabacines en rodajas no muy gruesas, también los hacemos a la plancha y reservamos. Cuando tengamos todo bien pochado, añadimos el tomate frito, los champiñones laminados y aderezamos con la sal, la pimienta y el orégano. Llega el momento de empezar con el montaje de la lasaña, para ello primero ponemos en la bandeja un poco de tomate frito, después una capa de berenjenas a la plancha, una capa de la farsa, una capa de calabacines y así hasta termina con una capa de queso manchego que rallamos o cortamos en brunoise con el cuchillo. Previamente habremos precalentado el horno a 200 grados, una vez montada la lasaña la introducimos al horno y pasados 5 minutos ponemos el gratinador, dejamos hasta que se derrita el queso y quede doradito. Sacamos del horno y llevamos a la mesa.
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